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Vivimos en un mundo plural; de modo que, si de algo existe una conciencia vívida en nuestra época, es del esfuerzo de cada persona por llevar su vida por donde lo desea, sin ceñirse a unos modelos preestablecidos. Casi infinitas son las propuestas y visiones de la vida, el mundo, la moral y un largo etcétera; esto, en principio, es una riqueza, invita a escuchar al otro, a no absolutizar nuestro punto de vista, a descubrir lo positivo que hay en esta variedad tan grande, pero, a la vez, tiene el inconveniente de que ese elevado número y su diversidad pueden llevarnos a la confusión, la duda o el desencanto: ¿dónde está la verdad?, ¿existen principios y fundamentos sólidos, o todo, por el contrario, es relativo y dependiente del punto de vista de cada uno…? Se trata del gran drama que vive el mundo contemporáneo.

Actualidad

Le vienen muy bien a nuestra época las palabras con las que el evangelista Marcos describe aquella muchedumbre heterogénea que seguía –o, perseguía, casi–, a Jesús: “andaban como ovejas sin pastor…” En esas circunstancias se reveló el corazón de Pastor, con mayúscula, del Señor Jesús, que, sin tiempo siquiera para comer, agotado por la continua atención a los que iban y venían, y necesitado de un descanso para recuperar fuerzas – para liberarse del estrés, diríamos hoy–, ante aquella multitud, sedienta de una palabra de aliento y orientación, no reivindicó su derecho y el de los discípulos a un receso – por demás, merecido–, sino que, como continúa el evangelista: “se puso a enseñarles con calma…” Quisiera resaltar lo de “con calma”, porque no fueron unas palabritas protocolares para salir del paso y despedirlos lo más pronto posible, sino “con calma”, es decir, con la máxima atención y cuidado posible hacia todos y cada uno de los que tenía delante. Por eso Jesucristo es el Buen Pastor, que impide que las ovejas se dispersen y perezcan; lo opuesto a los malos pastores de Israel de los cuales se queja de Dios en la primera lectura de hoy. El Buen Pastor que, incluso, irá mucho más allá: dará la vida por ellas en la Cruz.

Necesaria disposición

Muy necesitados estamos de cristianos con esta disposición, especialmente en aquellos que tienen la misión de enseñar y encaminar la vida de los fieles y de cualquier persona necesitada de una guía para su vida. Pidamos al Señor que nos los envíe así, al estilo de su Hijo, que sepan iluminar las mentes y los corazones de las muchedumbres que buscan con afán un rumbo para sus existencias, en medio del torbellino de tanto relativismo.

DOMINGO XVI ORDINARIO 2021