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ALOCUCIÓN RADIAL CARIDAD  2015

“Los que suscribimos, hijos de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, humildemente exponemos que somos miembros unos y simpatizadores otros del ejército libertador cubano. Título que constituye el timbre de nuestra mayor gloria y preciado honor, por sintetizarse en él el supremo bien de la libertad e independencia de nuestra patria; que junto a este título ostentamos otro, que es el de pertenecer a la Iglesia Católica, Apostólica, en cuyo seno nacimos, al amparo de sus preceptos divinos vivimos y de acuerdo con ellos queremos dejar de vivir, y esos dos títulos hacen que hoy, reunidos en la Villa de El Cobre, en donde se encuentra  el santuario de la Santísima Virgen de la Caridad y postrados ante su altar, acordamos acudir a Vuestra Beatitud para que realice la más hermosa de nuestras esperanzas y la más justa de las aspiraciones del alma cubana, declarando patrona de nuestra joven República a la Santísima Virgen de la Caridad de El Cobre, el día que lleva su nombre” (8 de septiembre).

El 24 de este mes de septiembre se cumplirán 100 años de esta petición de los veteranos de la guerra de independencia, al frente de los cuales estaba el Mayor General Jesús Rabí, al Papa Benedicto XV, para que proclamara a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba. Ese mismo día hicieron entrega oficial de la bandera cubana en el Santuario de El Cobre. Esa bandera se conserva en la Basílica entre las innumerables muestras de cariño y agradecimiento a Dios, que por intercesión de María Santísima, escucha nuestras súplicas.

Muy apreciados oyentes de Radio Surco:

Los pueblos, como los árboles, no podemos vivir sin raíces. Ellas son las que  sostienen el árbol, a la vez que éste se nutre a través de las mismas.

Cuando un pueblo pierde su historia, que está hecha de luces y sombras; cundo pierde sus tradiciones, sus valores humanos y religiosos y todo lo que constituye su cultura; le sucede lo mismo que le sucede al árbol que le cortan sus raíces: se muere.

A un árbol se le pueden enfermar sus ramas a causa de una plaga o enfermedad, pero si sus raíces están sanas, se curará. Las hojas se caerán más tarde o temprano, pero el árbol seguirá en pie, porque sus raíces están sanas. De ahí la importancia de cuidar el árbol en sus raíces. Y nuestras raíces son cristianas. La Virgen de la Caridad, que con tanto amor veneramos, forma parte del patrimonio y de la identidad cubana.

Por eso, en este año  del centenario de la petición para nombrar patrona de Cuba a la Virgen Mambisa, como solemos llamarla,  y en ocasión de la visita del Papa Francisco que viene como “misionero de la misericordia”  a confirmar en la fe a sus hermanos creyentes, te invitamos a reanimar y poner en práctica los valores que heredamos de la religión cristiana, tales como el amor al prójimo, el perdón de las ofensas y la caridad.

Somos cristianos y nos bautizamos, porque creemos en el amor y estamos dispuestos a ponerlo en práctica con la ayuda de Dios.  Los 10 mandamientos de la Ley de Dios se resumen en éste:

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; y al prójimo como a ti mismo”

A Dios, aunque no lo hemos visto, lo podemos conocer por su Hijo, pues si conocemos a Jesucristo, ya conocemos a Dios. Pero ¿Cómo sabemos quién es mi prójimo? ¿Es acaso el que tiene la misma fe o las mismas ideas políticas, o tal vez, el que me simpatiza o me hace el bien?

Jesús respondió a esta pregunta contando una parábola que puedes leer en el Evangelio de San Lucas capítulo 10, versículo del 25 al 37.

Por el camino de Jerusalén a Jericó iba un samaritano, a quién los judíos odiaban y tenían por enemigo, porque lo consideraban un traidor de su pueblo y de su religión. Este samaritano se encontró a un hombre tirado en el camino, apaleado y despojado de todo por unos ladrones.  No dice la parábola quien era, ni a qué religión o partido político pertenecía, no le importaba, solo sabía que era un hombre. Lo socorrió, lo curó y lo ayudó. Era su prójimo. Es evidente que este buen samaritano a quién estamos invitados a imitar no es otro que Jesús. Él es el Buen Samaritano. Nosotros somos ese hombre tirado en el camino, malherido, apaleado y despojado de todo. Y Él se despoja de su condición divina, se hace semejante a nosotros, nos cura y nos salva.

Resulta que antes que el samaritano, habían pasado un sacerdote y un levita del templo, dos personas judías y religiosas que conocían el mandamiento de la ley de Dios, pero dieron un rodeo y pasaron de largo.

Después de contar la parábola, Jesús le hace una pregunta al maestro de la ley que le había preguntado. Y  es la misma que yo te hago:

¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?

Y Jesús concluyó la parábola diciéndole al que le preguntó quién era su prójimo: Vete y haz tú lo mismo.

Haz tú lo mismo con tu prójimo. Y tu prójimo es el amigo y el enemigo, el que cree y el que no cree, el bueno y el malo. A todos tenemos que hacerle el bien, como dice la sabiduría popular, sin mirar a quién.

El título con el que los cubanos veneramos a la Santísima Virgen  es la esencia del cristianismo, pues Caridad significa AMOR y no un amor cualquiera, sino el amor de Dios, que es un amor gratuito y desinteresado, pues ni tenemos derecho a exigirlo ni lo merecemos. Esto es lo que llamamos la “gracia de Dios”. María es la única de la que dice la Biblia que estaba llena de gracia. Por eso, su parienta Isabel le dice: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”.

A lo que María respondió: “Mi alma proclama la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque ha mirado la humillación de su sierva. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi”.

Y la carta de los mambises con la que empezamos, terminaba con este párrafo tan emotivo: “No pudiendo ni los azares de la guerra ni los trabajos para librar nuestra subsistencia, apagar la fe y el amor que nuestro pueblo católico profesa a la Virgen Venerada; antes al contrario, en el fragor de los combates y en las mayores vicisitudes de la vida, cuando más cercana estaba la muerte o más próxima la desesperación, surgió siempre como luz disipadora de todo peligro, o como rocío consolador para nuestras almas, la visión de esa Virgen, cubana por excelencia, cubana por el origen de su secular devoción y porque así la amaron nuestras madres inolvidables, así la bendicen nuestras amantes esposas y así la han proclamado nuestros soldados”.

Recuerda que como es costumbre, la procesión en la Catedral es el lunes 7, 8 de la noche y las misas el martes 8  a las 8 de la mañana y 8 de la noche.

Recuerda también que el Papa Francisco visitará Cuba del 19 al 22 del presente mes. El miércoles 9 la televisión avileña tendrá una entrevista a nuestro obispo Mario en el horario de  11 de la mañana.

Que la Virgen Santísima proteja nuestros pueblos y ciudades. Cuide de nuestros niños y ancianos. Nos ayude a todos a obtener el pan de cada día. Nos conceda abundantes bendiciones y lleve a buen término este diálogo entre nuestro gobierno y el de Estados Unidos, favorecido por el Papa Francisco, para que podamos llevar una vida digna y apacible. Glorificando el Santo Nombre de Dios.

Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.