Patrono: Nuestra Señora de la Caridad.
Dirección: Cándido González # 46. Central Ciro Redondo (Pina). Ciego de Ávila C.P. 67500.
Fiesta Patronal: 8 de septiembre.
Párroco: Mons. Florian Stanislaw Cieniuch
HISTORIA: UN TEMPLO DE MÁS DE 100 AÑOS
Cuentan algunos residentes del poblado de Pina que el primer templo católico que existió por pedidos de sus habitantes fue por el 1913, un vagón de un tren, al cual le pusieron bancos. Este se encontraba en el patio de los talleres de locomotoras, donde hoy está la Policlínica, a solo 50 m de la actual iglesia.
Por ingentes esfuerzos de los pobladores el lunes 24 de diciembre de 1917 se inauguró otro templo de madera a solo unos pocos metros del primero, donde se encuentra hoy Federación de Mujeres Cubanas y cerca del actual. Esto fue por pedidos de la incipiente grey católica residente en el batey; adoptando el nombre de “Capilla de Nuestra Señora de la Caridad”.
Todo transcurría tranquilo hasta que el 31 de mayo de 1920, a las 2 de la mañana, la iglesia ardía en llamas. El maquinista de turno de la locomotora # 2, Jacinto Vega, hacía movimientos en la vía situada a un costado del edificio, observó que lenguas de fuego y humo salían por el techo y ventanas. De inmediato se dio a la tarea de alarmar al pueblo, valiéndose para ello del pito de la locomotora, con el que despertó e hizo salir a la calle a los moradores.
El pueblo impotente contemplaba el siniestro, pues no había medios con que dominar el incendio; allí se encontraba Agapito Bada, obrero del ingenio, que sin titubeos penetró en el edificio, logrando rescatar la imagen de la Virgen de la Caridad; pocos minutos después se desplomaba el techo, envuelto en chispas, humo y fuego.
Los católicos no se amilanaron, rápidamente se dedicaron a recolectar fondos, reunieron dinero aquí y allá, hicieron tómbolas, verbenas y rifas, tanto en el pueblo como en el campo, y un primero de enero de 1921 fue erigido nuevamente el templo. En esa oportunidad se colocó una nueva imagen de la Virgen de la Caridad, la misma que aún se venera, y que fue donada por la familia de José F. Ponce, administrador del central. Por aquel entonces venía desde Morón en el tren a dar las misas todos los domingos el padre Lázaro Fernández, un sacerdote cubano.
En 1945 fue necesario agrandar el salón central para colocar un mayor número de bancos y arreglar la sacristía porque había llegado un sacerdote italiano, el p. Conrado Bertoldi, que estuvo durmiendo en el hotel de enfrente (hoy Hospital) durante unos meses hasta terminada la obra. Y en el otoño del año siguiente, una mañana se instaló con su catre y sus bártulos el primer cura residente en la localidad e iniciador y constructor del primer colegio católico (1948-49) de Pina, con el nombre “San Juan Bosco”; además de muchas obras benéficas en el pueblo con las que llegó a ganarse el respeto de todos.
En este colegio se impartían clases de día y de noche para niños y adolescentes, pero funcionó unos pocos cursos porque en 1955 con donativos de los dueños del Central y de la aristocracia del pueblo se construyó la escuela “Inmaculado Corazón de María” al lado de la iglesia, que constaba con una mejor infraestructura y era dirigida por las monjas. La enseñanza era desde prescolar a octavo grado.
La modificación del altar por el que tenemos hoy se realizó en 1965 a causa de la reforma adoptada en el Concilio Vaticano II y le correspondió al sacerdote belga el p. Antonio (Winard Tossend). Fue en ese momento que se colocó la cruz hecha por Eulogio Calvo, más conocido por el pueblo como Yoyo, un destacado carpintero de Pina.
El paso de los años y las inclemencias del tiempo apremiaban la restauración del inmueble y solo fue posible en 1999, con la ayuda de los pinenses residentes en el exterior. Recientemente en el 2016, la comunidad contribuyó una vez más para pintar el templo.
Y a mediados del 2017 se instituyó como parroquia de Pina “Nuestra Señora de la Caridad” contando con la presencia de un sacerdote polaco, el p. Víctor (Witold Machalski) residente en la localidad.
Desde la construcción del primer templo católico son muchos los sacerdotes que han pasado por ahí, cubanos y extranjeros. Unos más jocosos, otros con más dotes para el canto; pero siempre transmitiendo la palabra de Dios. La realidad es, que a misa debemos asistir no por el cura que se encuentre en ese tiempo sino por la Fe en Cristo.
LOS COLEGIOS CATÓLICOS DE PINA
Con la expansión de la educación religiosa las hermanas siervas del inmaculado corazón de María procedentes de Barcelona España llegan al poblado de Pina en 1950 con la intención de trabajar en la educación de los niños y adolescentes autorizadas en ese momento por el obispo Mons. Carlos Riu Anglés padre catalán de la escuela de los escolapios en Camagüey.
Primero surgió el colegio católico San Juan Bosco 1948-49, lo que es hoy la Tienda Panamericana “La Amistad”. A pesar de la pintura verde que tiene el alero de la tienda y al quitar el cartel que da nombre al local, durante una reconstrucción, cuando reflejó el sol se pudo observar por vecinos y pintores la imagen del Santo y el nombre de la antigua escuela. Años más tarde cerró para inaugurar en 1956 el colegio Inmaculado Corazón de María. Los estudiantes del centro fueron trasladados para la nueva escuela cuando esta se terminó de construir.
Esta institución escolar fue creada en 1956, la primera piedra también la colocó el padre Guzmán a la derecha donde se encontraba una arboleda de pinos y caobas. Semanas más tarde decidieron no talar los árboles, embellecían el lugar y a la izquierda tendrían más amplitud. Para su construcción fue necesario pedirle un préstamo a la administración del central por $ 5000.00 pesos cubanos, el pago de este fue acordado en cuotas de $ 1000. 00 de forma anual. La bendición del colegio fue dada por Mons. Carlos Riu Anglés padre catalán de la escuela de los escolapios en Camagüey, además era el Obispo en ese momento.
Primeramente, en el colegio Inmaculado Corazón de María se construyeron en forma de L la dirección, cuatro aulas, un baño rosado para hembras, dos aulas, un baño para varones en azul y dos aulas más. Tres de las primeras aulas se comunicaban por dentro por medio de unas puertas de correderas, estas se abrían si querían ampliar el salón en caso de actividades religiosas, del día de las madres, etc. Las del lateral contiguo tenían closets.
Al año siguiente le construyeron en el otro lateral las demás aulas, baños y dormitorios para las monjas y alumnos internos que vivían lejos. Estos primeramente se hospedaban en la planta baja a la derecha del hotel de Pelegrín (hombre adinerado de Pina) que quedaba frente a la escuela, convertido hoy en el hospital “Raúl Ortiz” del municipio Ciro Redondo. En el bloque de los dormitorios existía también un departamento para la cocina, uno para el comedor y otro para la capilla donde las hermanas oraban. En la escuela se impartían clases desde el pre-primario, pres-escolar hasta 8vo. grado, pues antes del triunfo de la revolución no existía el 9no..
Para la bendición y la contemplación de los alumnos, religiosas o cualquier visitante existía una gruta que se construyó a pedidos de la esposa del administrador del central y de las Damas Católicas. Esta con dos nichos, en el más alto se encontraba la imagen de Nuestra Señora de Lourdes y la monja Bernadette y en el de al lado, pero un poco más abajo se encontraba una fuente adornada con flores de variados colores, helechos, pececitos y jicoteas. Esta gruta la limpiaban cada domingo tres niñas que iban con cubos y paños; según una de ellas, Adelfa Quiñones era maravilloso hacerlo y jugar allí.
La esposa del administrador del central al ser operada de un cálculo en el riñón quiso ofrendarle la piedra a la Virgen de Lourdes y construirle una gruta en agradecimiento por su mejorada salud. Las monjas convocaron a todos los estudiantes a traer una piedra para construir la gruta. Días después, las Damas Católicas en procesión llevaron a la Virgen hasta el nicho y la esposa del administrador del central colocó una placa con unas palabras de gratitud a la Virgen de Lourdes. Esta gruta se mantiene hasta nuestros días, sin las imágenes; donde acostumbraban a jugar los niños en el receso.
La dirección del colegio estaba a cargo de la hermana Remedios y la hermana Concepción Fontelos las cuales dirigían todo el sistema y funcionamiento educacional de los alumnos.
El Colegio Inmaculado Corazón de María tenía su himno y además sus uniformes: el primero era blanco, pero por la cercanía con el central azucarero y el bagacillo se ensuciaba mucho, por lo que decidieron cambiarlo al año siguiente por uno azul oscuro. El de las hembras era un jumping azul y la blusa de rayas blancas y azules. El de los varones era un pantalón azul y camisa a rayas. Estos portaban un monograma del Inmaculado Corazón de María. Todos los domingos las monjas llevaban a los niños a la misa de las 9 am y ellos usaban el uniforme de gala, era un vestido blanco de tachones con una pamela azul y un ribete blanco. Existían tres misas los domingos, una a la 8 am, la de las 9 para los estudiantes de la escuela y a las 10 de la mañana para el resto del pueblo. Los niños, como niños al fin, estaban deseosos que terminase la misa para ir al club y bañarse en la piscina. El sacerdote que celebraba la misa era el padre Guzmán que en aquella época tenía alrededor de unos cuarenta años. Él visitaba mucho la escuela y en unión con las monjas organizaban los tiempos de oración con los niños en el colegio.
Al entrar al colegio a la derecha podías encontrarte con la dirección, luego haciendo esquina la Secretaría donde se registraban las matrículas y se archivaban todos los expedientes de los estudiantes. Muy cerca de la puerta de la Secretaría había una caja expendedora de refrescos Coca-Cola que al depositarle un medio esta te ofrecía una botella del refresco bien frío, pero el niño que no tenía dinero para depositar en la caja las monjas se lo compraban para que no pasaran hambre. Estas a su vez vendían sándwiches de pasta de jamón y queso crema hecha por ellas.
Al lado de la caja de refresco y de la secretaría estaba la entrada al dormitorio de las niñas encontrándose entre 8 y 10 literas, también tenía dos baños con ducha, taza sanitaria y lavabo, todo enchapado con mosaicos rosados. Después se podía encontrar la cocina y el comedor donde comían las monjas y algunos estudiantes internos, seguidamente existía otra puerta que daba al dormitorio de los varones con las mismas características que el de las hembras y al final de este bloque las monjas tenían la capilla: allí había bancos con espaldar, reclinatorios y un pequeño altar.
La formación de los estudiantes era diversa, pues se impartían materias como español, matemáticas o aritmética, ciencias naturales, música, mecanografía, inglés, taller de manualidades, que para el día de las madres las monjas enseñaban a bordar a las hembras y a los varones un trabajo de madera. Otra de las materias con más importancia era las lecciones de religión. Estas lecciones las impartían las monjas y usaban como material bibliográfico un libro de texto con el nombre: Cien lecciones de historia sagrada y la asignatura tenía el nombre de historia sagrada.
En el pre-primario se impartían clases de manualidades donde se creaban figuras de papel, postales para el día de las madres y otras fechas importantes, los niños aprendían en este año a cantar y algo de lectura musical con la utilización del piano. Las clases de música no se impartían en la escuela si no en la sacristía de la iglesia católica.
El claustro de profesores no solamente era de religiosas sino también de personas consagradas a su profesión como educadores dentro de la iglesia católica. La madre superiora era la madre Remedios que dirigía la escuela conjuntamente con la hermana sierva del Inmaculado Corazón de María Concepción Fontelos. En el Kindergarten trabajaba la hermana María de los Ángeles Sánchez, en el preprimario la Hermana Asunción, en el primer grado la maestra Olivia Viamonte, en el segundo la hermana Teresa, en el tercer grado la maestra María Luisa Vega. En el cuarto grado la maestra Gloria Cainzo, en el quinto la maestra Ana García, en el sexto grado la hermana Concepción Fontelos y la maestra Gladiola Galván. En los grados séptimo y octavo trabajaban dos profesoras de Morón, la doctora Mercedes Santiesteban y Vilma Wong, el doctor Bernabé Domínguez también de Morón se incorporó al curso siguiente de la apertura impartiendo clases de educación física, conjuntamente con la hermana Concepción Fontelos.
El padre Guzmán tenía muy buenas relaciones con Camilo Cienfuegos, mientras estaban los revolucionarios en los montes varias veces les dio provisiones y cuentan que eran muy amigos ambos. En ocasiones se le vio salir en el jeep de un empleado del central o en la máquina de Raúl Ortiz enfermero de Pina a llevarle comida a los rebeldes. Según Raúl Ortiz (hijo), su padre contaba que a veces los guardias que estaban por los caminos le preguntan a su padre: “¿Raúl a dónde vas? Mira que hay alzados allá dentro”.
– “Voy a curar a un enfermo que está grave al monte”. Y era para llevarle provisiones a los rebeldes junto con el p. Guzmán.
También en el año 1957 cuando la muerte de Sergio Antuña héroe de la localidad el p. Guzmán le celebró una misa de difuntos en la iglesia y al año siguiente se le celebró otra. Para las dos se imprimieron invitaciones convidando al pueblo de Pina.
Después del triunfo de la Revolución y dada a la situación política imperante provocada por el gobierno norteamericano el estado cubano decide intervenir una serie de instituciones en 1961 entre ellas los colegios religiosos, convirtiéndose el Inmaculado Corazón de María que antes era privado y había que pagar los estudios, en una escuela pública al servicio de todos, con un nuevo nombre “Escuela Primaria Antonio Maceo y Grajales”; además el estado abogó por una educación laica.
Tanto el sacerdote como las monjas decidieron abandonar el país. El padre Adolfo Guzmán salió de Cuba por las costas del sur de Camagüey con destino a Puerto Rico y murió allí lejos de su patria.
Las Monjas abandonaron el territorio escoltadas por católicos hasta la terminal de trenes para dirigirse a la Habana en horas de la noche sin ser vistas. En ciudad de La Habana ellas abordaron un barco para salir del país con destino a España y en la travesía murió la Madre Asunción que era la de más edad, según cuentan su cuerpo fue lanzado al mar debido a que la travesía era muy larga.
Las demás volvieron a España. Solo la hermana Concepción Fontelos que radica hoy en Miami regresó a Cuba a las ciudades donde trabajó: Santiago de Cuba, Holguín y el 14 de febrero de 1999 tuvo un reencuentro en Ciro Redondo con sus alumnos del colegio después de 38 años.
Esta escuela en la revolución adoptó el nombre de Escuela Primaria Antonio Maceo y Grajales; la cual estuvo prestando servicios desde preescolar hasta cuarto grado finalizando en el 2016, pues sirvió de albergue a ciudadanos del oriente del país residentes en Pina tras el paso del huracán Irma. Pasado el ciclón estos no querían abandonar el local y después de muchos esfuerzos de las autoridades del municipio a estas personas les dieron viviendas y la escuela pasó a ser oficinas de educación, luego decían sería un círculo infantil, más tarde la ocupó la sede universitaria unos meses y en estos momentos están reconstruyendo algunas aulas para el círculo infantil. Una escuela que constaba con una infraestructura muy fuerte. Los niños que estudiaban allí ahora tienen que asistir a otra que queda a 1 km o más de distancia.
CURIOSODADES Y ACTIVIDADES
El primer bautizo registrado fue en 1918 a un niño que años más tarde se hizo un barbero famoso, conocido por “Charrita”.
La primera boda se realizó en 1921.
En la huelga azucarera de 1924, dirigida por el líder Enrique José Varona González, se refugiaron en la iglesia los señores Venancio Tourán, Manuel Cuervo y Tranquilino Gil, de la dirigencia nacional azucarera.
En una parte de la sacristía dormía el p. Bertoldi y en otra se daban las reuniones de la Juventud Católica y de los Caballeros Católicos.
Algunas personas adineradas de la comunidad financiaban los estudios a otros de menos recursos en la escuela de las monjas como comúnmente se le conocía.
En el año 1954 se realizó una huelga nacional azucarera, los obreros del Ingenio se apoderaron del templo por dos días, tocando continuamente la campana. A la guardia rural le fue imposible entrar.
El último cura residente en la comunidad fue el p. Guzmán hasta 1961; tanto él como las monjas se hospedaban en el primer piso del hotel de enfrente y al principio daban las clases de piano allí (hoy Hospital).
Se han celebrado dos bodas ya siendo Parroquia Nuestra Señora de la Caridad, una en el año 2018 por el p. Víctor a Angelito y a Mariela residentes en la comunidad y la otra hace pocos días el 20 de junio de 2019 por el p. Amable Verrire a una joven pareja Elán Perdomo y Lianet Calvo.
En nuestra Parroquia está establecido el programa de Cáritas con un comedor para los más necesitados, todos los sábados con servicio de desayuno y almuerzo, éste es atendido por hermanos de la comunidad desde el 2009.
También se atiende el programa del Adulto Mayor, donde existen buenas relaciones con las instituciones culturales del municipio (Museo y Biblioteca).
Se realizó la celebración de los 15 años de la Pastoral Juvenil en el 2012, durante tres días fueron acogidos los jóvenes de nuestra Diócesis.
Se realizó un retiro de cuaresma en la Pastoral de Educadores en el año 2017 guiados por el Padre Víctor, por celebración de los 100 años de nuestro Templo.
SACERDOTES QUE HAN TRANSITADO POR EL TEMPLO:
- 1913-20 Valeriano Cano Cano (residente en Morón).
- 1927-35 Ángel Hernández Cavanius (residente en Morón).
- 1935-46 Lázaro Fernández López (residente en Morón, cubano). Desde 1913-46 los sacerdotes que ofrecían la eucaristía en Pina residían en el poblado Morón.
- 1945- 50 Conrado Bertoldi, italiano, primer cura residente y constructor del primer colegio católico del batey.
- 1950 José Enzo Bolaty (italiano).
- 1950-61 Adolfo Guzmán (cubano) y constructor del 2do. colegio católico.
- 1961 Federico Manso Torío (español).
- 1964-67 Antonio Winnard Tossend (belga).
- 1967-71 Ivo Bastarache, Rolando Provenzal (canadienses).
- 1971-80 Padre José Manuel García, (cubano, nacido en Guantánamo).
- 1971 Bruno Roccaro (italiano), vino a prestar servicios a Morón durante una Semana Santa y ofició una misa en Pina, gustándole mucho el lugar.
- 1980-89 Mario Eusebio Mestril Vega, futuro primer obispo de Ciego de Ávila.
- 1989-98 José Manuel García, segunda etapa.
- 1998- 2000 Nelson Benítez, (cubano avileño).
- 2001-03 Juan Pozuelo Jiménez y Padre Antonio López, (españoles).
- 2003-06 Carlos Salazar, (cubano, Jatibonico).
- 2007-14 Juan Pozuelo (segunda etapa).
- 2012 Miguel Eduardo Proaños Hernández (colombiano) celebró misas por los 15 años de la Pastoral Juvenil y permaneció en Pina tres días. Se alojó en casa de María Hortensia Pérez Inchausti.
- 2014-17 Anastasio Calderón Ruiz, (natural de Cantabria, España).
- 2016 Adrián Gnont (cubano, de La Habana, también ofició misas durante toda la Semana Santa, bautizó y dio primera comunión. Residió en Pina en casa de Mayra González García.
- 2017-Nov 2018 Víctor Witold Machalski, (polaco), quedó constituida la parroquia Ntra. Señora de la Caridad. Residió en Pina.
- Noviembre 2018- hasta la actualidad, Jesús Garmilla Zapatero, (natural de Santa Clara, Cuba y residente en España por años), Párroco. También presta su servicio desde esa fecha Amable Verrire Saro (español) y residen los dos en Pina.
Obispos que nos han visitado
+ Monseñor Carlos Riu Anglés
+ Monseñor Adolfo Rodríguez Herrera
+ Monseñor Enrique Pérez Serantes
+ Monseñor Mario Mestril Vega
+ Monseñor Juan Gabriel Díaz Ruiz
+ El Nuncio Apostólico, Monseñor Mario Tagliaferri, el cual después de la Eucaristía cenó en casa de dos hermanos de la comunidad, Ramón Miranda y María Hortensia Pérez Inchausti.
CAPILLAS Y CASAS DE MISIÓN
Comunidad de Ceballos
Comunidad de Naranjos
Comunidad de Guanito
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