Patrono: San José Obrero, 1 de mayo.
Dirección: Calle Céspedes # 80 e/n Calle Maceo y Calle Cisneros. Jatibonico. Apdo. 4 Sancti Spíritus. C.P.  62200.
Teléfono: +53 41883387.
Párroco: P. Wilson Ferney Cuervo Yepes

HORARIOS

Misa en el templo:
–     Jueves 5:00 pm
–     Domingo 10:00 am

Bautismos: 2° y 4° sábados de cada mes a las 8:30 am.

Exposición con el santísimo: 2do domingo de cada mes después de la eucaristía.

Catequesis infantil todos los domingos a las 10:00 am.

Formación Cristiana de Adultos: los domingos después de la eucaristía.

HISTORIA

El origen de nuestra Parroquia de San José se remonta al año 1761, cuando se levanta una pequeña ermita de guano en el entonces insignificante caserío de Arroyo Blanco. Este caserío estaba situado en las orillas del Arroyo que llevaba “Blanco” como complemento a causa del fondo calizo del mismo. Allí, pues, el 19 de marzo de 1761, en el lugar que hoy conocemos por “Poza Azul”, quedaba inaugurado un modesto santuario que recibió el nombre de ermita a pesar de no hallarse en despoblado, y el de San José en honor de la festividad que ese día celebraba la Iglesia Católica.

En ese propio año de 1761, se conoce también la existencia de un sacerdote en Arroyo Blanco, aunque no como representante de la Iglesia en ejercicio de su ministerio, pues el presbítero Don José Antonio Pérez y Quesada, hijo de uno de los primeros propietarios de aquellas tierras, entra en la historia local como defensor de una de las partes en el litigio que trajo consigo la demarcación de los límites de las haciendas de San Marcos y Arroyo Blanco.

Juan Martín Leiseca, en su libro “Apuntes para la historia eclesiástica de Cuba”, nos dice que la referida ermita en el año de 1810, fue declarada auxiliar de la Parroquia de San Eugenio de la Palma en Ciego de Ávila, y que, en 1840, al reconstruir se la iglesia de Morón, pasó a ser auxiliar de esta hasta el año 1854. Sin embargo, los libros parroquiales de Arroyo Blanco son iniciados por el padre Don Basilio María Madrigal, el 26 de octubre de 1819, y en ellos aparece la iglesia local como auxiliar de la de Morón hasta el 13 de mayo de 1850, en que se consigna su dependencia de la de Ciego de Ávila.

También se señala en los propios libros, que el 22 de junio de 1853 es declarada iglesia de ingreso (continuando como auxiliar de la de San Eugenio de la Palma) y que el 6 de diciembre de 1854 fue erigida parroquia.

A pesar de haberse fundado el poblado de Arroyo Blanco en el año 1823, la iglesia era tan pobre, que el segundo párroco que tuvo la misma, Don Miguel González de la Torre, al tomar posesión de su cargo el 25 de junio de 1831, se quejaba a sus superiores de tener por templo una triste choza de guano que un pardo feligrés había cedido.

En el año 1834 se traslada el poblado al lugar en que actualmente se encuentra, nombrándose una comisión entre los vecinos de la nueva localidad, denominada Junta Parroquial, con vista a la construcción del templo. Fue entonces cuando se levantó la primera iglesia en el flamante Arroyo Blanco

Transcurridas dos décadas, ya el estado constructivo de ese templo es objeto de preocupación por el obispo Don Francisco Fleix y Solans, quien en su visita pastoral del 15 de marzo de 1885, señaló la necesidad de edificar un nuevo templo de mampostería. De igual modo, mostraron su preocupación los obispos Don Ramón Fernández de Piérola Luzuriaga y Don Manuel Santander Frutos, en las visitas pastorales realizadas el 2 de marzo de 1881 y el 5 de febrero de 1889 respectivamente.

No obstante, el propósito de fabricar un nuevo templo no fructificó en todos esos años, y el ya ruinoso, se derrumbó. Al fin, en el año 1907, al hacerse cargo de la parroquia su sexto sacerdote, Don Benito Iglesias González, se llevó a cabo la señalada edificación.

Además de los párrocos ya mencionados, la iglesia de Arroyo Blanco fue atendida por los siguientes sacerdotes: Don Antonio José López, Don José Cecilio de Santa Cruz, Don Guillermo Ximénez, Don Benito Juan Viladevall, Don Eduardo Vazquez, Don Valeriano Cano y por Don Angel Gáldiz.

En cuanto a la permanencia en la parroquia, al quinto párroco (Don Benito Viladevall Vilaseca), le corresponde el sitial de honor, pues desempeñó su labor por espacio de 53 años (1854-1907).

A partir del año 1917, la parroquia fue confiada a los padres Carmelitas de Ciego de Ávila, que la atendieron hasta el año 1924. En ese propio año, el 6 de octubre, llega a Arroyo Blanco como párroco Don José Ivars Ferrer, pero se encuentra prácticamente sin templo. Por tal motivo y quizás también por lo prometedor del lugar (se había construido el ingenio azucarero, la carretera central y la línea del ferrocarril central), el padre Ivars decide, previa consulta a sus superiores, trasladarse a Jatibonico, donde fue necesario habilitar una casa para dedicarla a los cultos.

Monseñor Pérez Serantes, que había sido designado obispo de Camagüey el 24 de febrero de 1922, con su acción fecunda e insistente, logró que se construyera el templo actual de Jatibonico, encargando al arquitecto Caludio Muns la ejecución de la obra.

Aunque la parte constructiva fue concluida el 30 de agosto de 1933, la iglesia no fue inaugurada hasta el día 4 de marzo de 1934, siendo el referido prelado camagüeyano quién presidió tal ceremonia. El día 3 de octubre de 1938 un sacerdote valenciano vino a hacerse cargo de esta moderna iglesia, dándose a la tarea de su embellecimiento. En efecto, el P.David Centelles Ortí, poco a poco, sin apresuramiento, alcanzó la meta deseada. Por último, tras la instalación de los artísticos y costosos vitrales que había encargado a Irún (España), se ocupó de la construcción de la casa parroquial, obra ésta que fue terminada el 24 de febrero de 1958.

El P. Centelles, por otra parte, ha sido el sacerdote de mayor permanencia en la iglesia de Jatibonico, ya que la misma estuvo a su cargo por espacio de 23 años (1938-1961)

Además del P. Ivars, precedieron al P. David Centelles en la atención a la primera y hasta ahora única iglesia católica de Jatibonico, los sacerdotes José María Capur y Jesús Manso. A partir del año 1961, los sacerdotes que ofrecieron su atención fueron: Tarcisio Villafuerte, Enrique Fiol, Fr. José María Martínez, Fr.Frank Dumois, Raúl Guzmán, Otto Traber Puman SJ, Fr. Félix Padrón, Juan García Rodríguez, Raúl Fernández, Ignacio Zaldumbide, Héctor Meléndez Varona, Vicente Pérez de la Cruz, así como monseñor Mario Mestril Vega y el Padre Rafael Batalla Mingarro, de forma alterna.

Esta parroquia cuenta con la gracia de tener entre los inscritos en los libros parroquiales de bautismo al primer beato cubano, Fr. José López Piteira OSA, quien nació en San José de Arroyo Blanco el 2 de febrero de 1912.

CAPILLAS Y CASAS DE MISIÓN

Comunidad de La Yaya.
Comunidad de Algodones.
Comunidad de Limones Palmero.
Comunidad de Las Trozas.
Comunidad de Derramadero.
Comunidad de Jobo.
Comunidad de Arroyo Blanco.